domingo, 17 de abril de 2011

Un Inquilino mas

-Y que es lo que motiva a un importante empresario a venir alojarse a mi “humilde” mansión?- preguntó inquisitiva Naomi al hombre vestido elegantemente que estaba sentado frente su escritorio. Iba a pagar una buena suma de dinero y sonrió animada pues su negocio estaba prosperando, aunque su mirada indiferente no cambiaba. Sin embargo, algo le erizaba los vellos al ver directo los ojos dorados de aquel extraño hombre que así sin más, vino a pedir alojamiento.
-Solo negocios, este lugar se ve bien y detesto los hoteles así que me tendrá aquí una temporada –le sonrió amable el hombre de traje, levantándose para extenderle la mano de manera gentil y así cerrar el trato. Al momento de tomar la mano con un movimiento galante la llevo a sus labios y le dio un beso en el dorso de esta sonriendo gentilmente, a lo cual Naomi le retiro de inmediato la mano, algo molesta
-Disculpe mi atrevimiento, pero no lo pude evitar-se excusó haciendo una pequeña reverencia a la usanza japonesa-no era mi intención incomodarla.
-See como sea ¬¬ tenga es la llave de su habitación-le respondió Naomi algo desconfiada, entregándole una pequeña llave plateada, con una campanita con el número 6 grabado en el llavero- No es la mas lujosa y amplia de todas, pero es la que me pidió, tiene vista al jardín y a la piscina espero le guste y.. –agregó la chica cortando la frase, evitando decir “y si no, se larga por que es lo que hay y lo que quería” que es lo que ansiaba agregar. Y es que ser toda amable y carismática no era lo suyo pero no quería perder a este inquilino tan importante a pesar de la desconfianza que le provocaba el hecho de que le hubiera pedido específicamente esa habitación y no la mas lujosa- “Pero bueno tendrá sus gustos en eso, allá él mientras no se queje y me pague todos los meses me doy por bien servida”-pensó.
-Muchas gracias.. si no le molesta, me gustaría retirarme para conocer mi cuarto -pidió sonriendo el hombre acomodándose la corbata y el traje-pero antes me gustaría saber algo…-agregó mirando misteriosamente a la chica y Naomi pensó que fue algún efecto óptico o reflejo, pues creyó ver un imperceptible brillo violeta en los ojos de aquella persona.
-Ok? Que quiere saber señor Lyon ¬¬ -respondió algo seca la muchacha levantándose de su lugar.
-Sobre mis compañeros de alquiler….mm...quienes serán mis vecinos?-preguntó Lankud, que era la identidad del misterioso hombre,(cuando este en esta forma lo llamare simplemente Lyon >_> para que no halla enredos ˆˆ) ocultando su interés y solo diciéndolo fingiendo formalidad. El que haya pedido ese cuarto especifico no era coincidencia, se debía a algo muy especifico, ya que sabia perfectamente quien dormía en el cuarto de al lado, pero aun así quería comprobarlo de las labios de esa humana.
-Ah -.- con que a eso se refería -respondió la chica cambiando su expresión a una quizás de fastidio, aunque en realidad era de preocupación bien disimulada. Y era que eso le había molestado de la explicita solicitud de habitación de ese nuevo residente. Había pedido la habitación 6, y justo tenia de vecino a ese extraño muchacho que había acogido casi a la fuerza por culpa de Haruka. Y lo había dejado en esa habitación, la numero 7, porque el doctor había pedido explícitamente que fuera esa, ya que tenía buena iluminación y buena vista, cosas buenas para un enfermo en recuperación, y no lo había dejado a discusión. En ese cuarto debía de quedarse “su protegido”.Por alguna razón esto le molestaba-Bueno solo tiene un vecino en el mismo piso, los otros inquilinos viven en las plantas superiores, vive en el numero 7 -.- -respondió algo cansada Naomi- es un muchacho joven, algo distraído e inocente pero no le dará problemas se lo aseguro.
-Mmmm ya veo..no se preocupe seguro no será molestia…-aseguró Lyon –ahora si me disculpa, me retiro- agregó dándose vuelta para salir, y una vez que le dio la espalda a la muchacha dejó entrever una sonrisa de suficiencia y malignidad. Era todo lo que quería saber. Había encontrado a su presa.
Salió con paso seguro de la oficina de esa mujer directo a la zona donde se encontraban los cuartos, en el segundo piso. Coma la mansión era grande, se demoró un poco pero en cuanto dobló un pasillo se lo encontró de frente.
Por un momento se quedo helado contemplando la belleza de ese chico, que de inmediato identificó como el ángel que andaba buscando. Su piel blanca y tersa no mostraba ninguna imperfección y se notaba un leve y delicioso sonrojo en sus mejillas. Su cabello era blanquecino como la nieve, brillante y puro, y sus ojos, por unos segundos se perdió en ellos, eran tan celestes, tan calidos, tan límpidos que le costó un momento apartar la vista de ellos.
-Etto...am es un nuevo inquilino?- preguntó Azariel, sonriendo tímidamente algo confundido por la presencia de un extraño en la mansión, pero aun así se mostraba amable y calido. Naomi ya le había mencionado que iba a haber otro pensionista y que este se quedaría en el cuarto que estaba al lado del suyo por lo que le había advertido que no causara problemas, pero el toparse tan de improviso con él lo había sorprendido. Por un momento se dio cuenta que lo miraba y el cruce de las miradas hizo que se sonrojara levemente.
-Eh? si claro yo soy el nuevo inquilino un placer-respondió recuperando la compostura el disfrazado demonio, mostrando de nuevo una sonrisa amable y cordial acercándose y viéndolo a los ojos-Lyon Hellsons un placer en conocerlo..mm....su nombre es..?
-Etto..un gusto Hellsons-san..mi nombre es Azariel, Azariel Wings (Haruka le habia puesto el apellido XD) y vivo aquí.. espero llevarnos bien n//n –sonrió dulcemente el joven aun con el rostro sonrosado, algo nervioso por la cercanía sin saber muy bien porque.
-Eso dalo por seguro, nos llevaremos muy bien joven Azariel-respondió amablemente Lyon extendiéndole la mano sonriendo gentilmente.
-Hai!! n///n –asintió alegre el chico tomando la mano que le extendía de manera cordial sin que el sonrojo disminuyera. Se sentía extraño, algo como miedo y nervios se formaban en su interior al contacto de la mano fría de ese hombre, y por un momento sintió que los vellos de su piel se erizaban, aunque ignoró esto y solo sonrió dulce y tímidamente.
-Bueno entonces nos estaremos viendo joven Azariel-le informó Lyon mientras tomaba rumbo hacia su habitación, mirándolo de reojo al pasar a su lado. Y es que no se debía de mostrar impaciente si no asustaría a su presa y quería divertirse con el un rato mas antes de darle el golpe de gracia. Por un momento se deja encandilar por la belleza del chico, algo en su interior se estremeció al ver el dulce sonrojo en las mejillas blanquecinas de aquel rostro pero no se dejaría engatusar por un ser celestial- apuesto que su esencia será exquisita-susurró relamiéndose los labios con lujuriosa maldad, una vez estuvo en su cuarto, dejando entrever un brillo violeta en sus ojos.
Por su parte Azariel bajó las escaleras con una sonrisa algo confundida en su rostro. Esa persona le habia dado escalofríos sin saber porque pero extrañamente y en contradicción, su corazón se había contraido nervioso, aunque aun no entendía muy bien el porque. Casi corriendo llegó a la cocina para ayudar con la cena, ya que las cosas dulces le salían muy bien, Naomi le encargaba siempre hacer los postres, aunque ella nunca los comía, detestaba el dulce.
-Are? Estas algo extraño hoy Aza-chan – inquirió divertido Himaki, el cocinero y mayordomo de la mansión, que trabajaba ahí ocasionalmente.
-Eh? No Himaki-san estoy feliz jeje n//n-respondió Azariel mientras decoraba el postre de flan con algo de crema y chocolate-nee ya conoció al nuevo inquilino?-preguntó mientras tomaba un poco de la crema con un dedo y se la llevaba a la boca- se llama Lyon Hellsons es muy amable y gentil jeje.
-Mmm no he hablado con el...sólo lo vi llegar y hablar con Naomi-sama pero de conocerlo, conocerlo no he tenido el honor...-contestó algo seco Himaki, mirando de reojo la expresión de Azariel mientras terminaba de decorar el pato al horno- ve a poner la mesa para cenar..onegai..-le pidió finalmente, suspirando pesadamente, pasándole la bandeja con el servicio y las servilletas.
-Ok!!!-asintió el peliblanco tomando la bandeja y yendo casi corriendo al comedor para servir la mesa.
A los minutos la larga mesa del comedor estaba llena con los residentes de la mansión. Naomi estaba a la cabecera, Haruka, que había venido como todos los días a comer, estaba sentado a su lado. Los inquilinos comían bulliciosos y algo curiosos mirando de vez en cuando al extraño que estaba sentado entre ellos. Azariel, que estaba sentado junto a Haruka comía con ánimos aunque en silencio, mirando de vez en cuando a Lyon quien estaba sentado justo frente de él, quien le dedicaba una sonrisa amable cada vez, haciendo que el joven se sonrojara y pusiera nervioso continuamente.
Al terminar la cena y mientras disfrutaban del delicioso postre que había preparado Azariel, todos excepto Naomi, esta última se levantó de su silla e hizo sonar su copa con una cuchara para llamar la atención de todos.
-Ok…no me gusta esto y lo saben no soy de formalidades ¬¬U-aclaró algo fastidiada la chica después de haber conseguido el silencio de todos. Solo hacia esto porque Haruka la había molestado toda la cena insistiéndolo en que la formalidad era importante para dar una buena impresión-pero me veo obligada a ser así por motivos molestos ¬¬ -agregó mirando de reojo a Haru, quien le sonreía como si nada- así que será rápido...chicos, les presentó al nuevo residente de a mansión, Lyon Hellsons, se esta alojando en la pieza número 6 y se quedará por tiempo indefinido ¬¬-terminó mirando al nuevo, quien de inmediato se levantó de sus lugar para hacer una reverencia mirando a todos.
-Un placer conocerlos...-saludó gentilmente el nuevo inquilino, esbozando una sonrisa perfecta. Era excelente camuflando sus intenciones y aunque no le interesaba en lo mas mínimo conocer a nadie de los que estaban en esa mesa, bueno a nadie excepto al pequeño y delicioso ángel que estaba sentado frente de él, tenía que mantener un perfil bajo y no causar problemas, solo actuar en las sombras. Le gustaba jugar con las inferiores y limitadas mentes humanas.
-El gusto es nuestro Lyon- le saludó un muchacho de cabellera rubia y larga, y ojos rojos, acercándose a Lyon de forma segura y seria, extendiéndolo una mano-Mi nombre es Arisu Asura espero nos llevemos bien.
-Así será Arisu- respondió Lyon tomando la mano extendida saludándolo amablemente-“que chico mas aburrido y formal”-pensó el demonio sin demostrar nada en sus facciones, aun con el gesto amable y gentil.
-Mi habitación es la 55 si necesitas saber algo estoy disponible para lo que sea y…¡¡¡Daiku ese es mi postre!!!-exclamó de pronto el muchacho cambiando su expresión seria y madura a una extremadamente infantil, dejando sorprendido a Lyon . Y es que de reojo había visto al gemelo que tenia un piercing en la oreja izquierda, sacar su flan y zampárselo de un bocado- T-T no es justo los postres de Aza-chan son deliciosos comete el tuyo –alegó haciendo pataleta de niño chiquito soltando la mano de Lyon para ir a encarar al chico.
-Ni modo Arisu, el que pestañea pierde ¬¬ -le respondió de forma sarcástica el muchacho de cabello negro y ojos verdes calmadamente, mientras ponía los pies encima de la mesa y se recargaba en la silla-Buenas… soy Daiku-saludó a Lyon con expresión fastidiada, ignorando completamente el berrinche de Arisu- y este de aquí..-indicó al chico que era exactamente igual a él, solo que sin piercing- es mi hermano Yume, al que si tocas te mato..-agregó despreocupadamente sacando un cigarrillo de su bolsillo delantero-tengo ganas de fumar ¬¬ Yume estaré en el patio-terminó el muchacho mirando a su gemelo mientras se levantaba de su asiento y salía por una de las puertas hacia el jardín.
-Daiku!! No seas maleducado!!-reclamó Yume, cuya expresión era mas amable y dulce que el de su hermano, mientras consolaba a Arisu ofreciéndole su propio postre -etto…espero lo perdone, Daiku es algo grosero-pidió el chico mirando a Lyon quien no pudo evitar esbozar una sonrisa de medio lado al escuchar la advertencia del chico del piercing- Mi nombre es Yume Hidemi…yo me quedo en la habitación 120 y mi hermano en la 121…si quiere saber algo estamos disponibles-agregó haciendo una cortés reverencia a Lyon y después sonreír algo inocente.
-Mucho gusto joven Yume..-respondió Lyon, correspondiendo a la reverencia. Contrario a lo que había pensado en un principio, ese lugar estaba resultando algo interesante, la gente allí era curiosa.
-Mmm la habitación 120...creo que haré una visita de medianoche un día de estos..ya que estas disponible-susurró Arisu a los oídos del muchacho, ya recuperado sin rastros de la pataleta que había echo, abrazándose a su espalda.
-Arisu contrólate que tenemos que dar buena impresión ¬¬U-le interrumpió Haruka, jalándole las orejas para separarlo del ojiverde, que ya estaba sonrojado.
->.< itaa T.T Haruka-san me golpeó…-alegó el rubio mirando a Yume como buscando consuelo. Le gustaba actuar así. Cuando debía ser serio lo era pero no podía evitar sacar relucir su personalidad infantil y algo traviesa. El simplemente era así y a quien no le gustara, bueno que se aguantara sus acosos xD. -Si si como digas Arisu… ¬¬U -le dijo Haruka suspirando y mirándolo de reojo como diciendo “ya crece de una vez”-bueno..ammm..Hellsons-san un gusto conocerlo y espero que su estadía sea agradable-agregó mirando a Lyon con expresión seria pero amable, sonriendo gentilmente-Haruka Katana a sus órdenes, soy médico y aunque no vivo aquí si alguna vez necesita los servicios de su servidor será un honor atenderlo-informó extendiéndole la mano formalmente a Lyon. -Lo tendré en consideración Haruka -contestó en el mismo tono el aludido, tomándole la mano respondiendo al gesto. -Bueno solo queda el pequeño que esta sentado por allá..-agregó Haru mirando dulcemente a Azariel quien aun estaba sentado sin opinar nada solo observando algo tímido. -Ah si..a “él” ya lo conozco..-respondió Lyon mirando y sonriéndole a Azariel, quien al oír que mencionaban su nombre se levantó de inmediato de su asiento para ir a pararse junto a Haruka. -Am etto... hai n//n nos vimos antes de la cena..Haru-san-corroboró el joven ángel sonriendo. Estaba mas nervioso y torpe de lo normal por eso no había querido interrumpir, pero ansiaba hablar de nuevo con ese hombre quien le hacía sentir raro, algo entre miedo y ganas de alejarse y el deseo de quedarse cerca y conversar con él. -Ya veo ^^ es bueno que te lleves bien con los demás Azariel-contestó feliz Haruka despeinándole el cabello blanco a su protegido-are? O.O y donde se fueron todos?-preguntó al fijarse que ya todos se habían ido y solo estaban los tres en el comedor. -Mmm..... bueno Naomi-san se retiró cuando Arisu-san empezó a abrazar a Yume-chan y ellos después dijeron algo de que ya era tarde y que se tenían que despertar temprano mañana y después subieron a sus cuartos..y Daiku-san > > supongo que salió por ahí n//n-contestó al hilo Azariel quien había observado todo desde su posición.
-Tarde??O.O-repitió Haruka mirando recién el gran reloj que había en la sala*_ _|| cierto ya es tarde >.>U bueno ya me tengo que ir si me disculpa Lyon-san..Azariel…mañana tengo que madrugar para ir a mi consulta..-se disculpó Haruka haciéndole una leve reverencia a Lyon y después de besarle la frente en forma fraternal a Azariel se retiró, dejando a los dos solos.
-“Es una excelente oportunidad...pero aun no…quiero jugar un poco mas”-pensó Lankud al darse cuenta de que tenía al ángel para él solo-bueno Azariel yo también me retiró a mis habitaciones Haruka tiene razón ya es muy tarde-agregó en voz alta sonriéndole casi calidamente al joven quien aun no se había percatado de que estaban solos de nuevo, dirigiéndose a las escaleras para irse a su cuarto.
-Eh? Am hai...que duerma bien Hellsons-san...-le respondió Azariel jugando con sus dedos mientras lo veía irse. No sabía aun el porque pero el hablar con esa persona hacía que su corazón latiera mas rápido.
-Por favor llámame solo Lyon si? Hellsons-san suena muy formal...y somos vecinos-le pidió gentilmente Lankud mirándolo fijamente desde la mitad de las escaleras.
-Etto...hai Hells...am L-Lyon-san o//o-obedeció Azariel en voz baja mientras veía desaparecer en la puerta de su cuarto al nuevo inquilino.

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Susurros de un angel o quizas de un demonio