jueves, 7 de abril de 2011

Cap 3 - Una Asamblea en el Infierno

Esa noche en lo más profundo de los recovecos del infierno se celebraba una reunión general, en donde algunos demonios selectos se reunieron para discutir un asunto que desde hacía días se rumoreaba en todos lados. Un ángel estaba desaparecido. El cielo estaba realmente alborotado por la pérdida de uno de sus ángeles mas prometedores y con gran potencial y esta confusión había llegado a oídos de los seres del inframundo, quienes veían en esta extraña situación una gran oportunidad para absorber su comida favorita, la esencia de un ser puro.
         Dirigía la asamblea Lankud, un demonio de categoría superior cuyos ocho cuernos demostraban la superioridad de su rango. Su cabello era negro como la noche y sus ojos, que reflejaban maldad y crueldad pura, eran de un violeta intenso que brillaban malignamente.
         -ORDEN!!-ordenó con imponente voz ante el eventual desorden que se había formado en la reunión y todos, absolutamente todos callaron de inmediato con expresión de miedo en sus rostros. El demonio se sonrió al ver el efecto que una sola palabra había provocado en esas escorias. Así era como debía ser las cosas en ese lugar. Todo se basaba en cuanto poder tuvieras y como ese poder provocaba tal miedo en los otros, que los tenía a su completa merced- estamos aquí para discutir la suerte del ángel que se perdió en la tierra y que ha causado tanto alboroto en el cielo- empezó diciendo, subiéndose en una especie de tarima echa de piedra caliza.
         -Exacto, según nuestros reportes ya se ha confirmado que la pureza de un ángel ha sido mancillado y por lo tanto la protección celestial que lo ocultaba de nosotros se ha roto – confirmó un demonio de aspecto grisáceo con el cabello púrpura y ojos plateados, de cuatro cuernos, leyendo una especie de pergamino-es raro que un ángel se pierda y salga de la protección del halo divino es una oportunidad única para poder absorber una esencia extremadamente deliciosa-comentó, relamiéndose los labios con una lengua de color verdosa con expresión casi lujuriosa.
         Lankud se quedó en silencio escuchando el reporte. Un ángel eh? Hacia tiempo que no probaba la deliciosa esencia de uno, que era por decir lo menos, algo muy codiciado en el Averno ya que si su aura era lo suficientemente poderosa y pura  podía incluso hacerte subir de nivel otorgándote más cuernos señal de poder y fuerza. Últimamente solo se había alimentado de las almas atormentadas de humanos caídos en desesperación y locura y alguno que otro demonio a los que adoraba torturar. Pero un ángel era algo muy distinto. El solo imaginar la expresión de dolor y desesperación de algo tan puro como un ser celestial lo hizo estremecer de placer. Tenía que ser suyo.
         -E-entonces, q-quién ira por el? Para poder devorarlo…-preguntó algo tímido un demonio de categoría menor con solo tres cuernos, mordiéndose nervioso el cabello largo y azuláceo con evidente miedo en los ojos rojos, mientras miraba a Lankud. Había otros demonios detrás de él, azuzándolo para que hablara. Era evidente que los otros lo habían obligado a hablar y preguntar lo que ellos mismos querían saber, pero no lo habían hecho ellos mismos por miedo a la reacción del demonio mayor.
         -Estas insinuando, que hay alguna duda sobre quien ira por el….?-susurró amenazante un demonio de cabello negro y largo, de ojos grises y mirada fría quien estaba sentado al lado derecho de Lankud, levantándose y acercándose lentamente al pequeño demonio, quien de inmediato comenzó a temblar de miedo al ver que el segundo mas poderoso de infierno se acercaba de esa forma- además..que es eso de devorarlo…acaso te imaginaste que un ser tan insignificante como tú, una basura asquerosa que ni siquiera posee cuatro cuernos podría probar lo que por derecho ya es de Lankud….-agregó mientras se paraba al frente del tembloroso ser que del puro susto cayó de rodillas.
         -N-no es eso….Karu-sama..yo… no pretendía…-susurró titubeante el indefenso y asustado demonio haciendo una reverencia aun en el suelo, rogando por su vida mientras de reojo se daba cuenta como sus compañeros, los que lo habían obligado a preguntar eso, se escabullían lentamente.
         -Entonces que es maldita escoria?!-preguntó enfadado el demonio de ojos grises levantándolo  del piso por el cabello para atravesarle el pecho con sus garras. Se sonrió de satisfacción al absorber la esencia de ese ser que se retorcía de dolor en sus manos, con una expresión de pánico y angustia simplemente exquisita, asimilando de esta forma sus poderes, que aunque insignificantes, nunca estaban de mas.
         -Karu-sama no haga eso! estaba siendo obligado!- reclamó el demonio que estaba sentado a la izquierda de Lankud, de ojos lilas y cabello gris con cuatro cuernos, levantándose de su lugar al momento en que Karu devoraba implacable la vida de aquel pobre infeliz –no fue su culpa, no tenía porque devorarlo…
         -Déjalo Keeil –le respondió Lankud desapareciendo de su lugar, apareciendo frente a los otros dos demonios que habían incitado al primero a preguntar-iban a algún lado?-les preguntó con voz escalofriante sonriéndose de medio lado mientras los agarraba por el cuello, levantándolos del piso y desapareciendo de aquel lugar.
         En la próxima media hora se pudieron escuchar los gritos desgarradores de dos demonios por todo el Inframundo, causando confusión y miedo entre los presentes de la reunión, provocando que muchos huyeran sigilosamente.   
          Cuando Lankud volvió aparecer lo hizo con manchas de color carmesí en la ropa, lamiéndose los labios en los que aun quedaban restos de sangre- asqueroso, aunque uno de ellos era de cuatro cuernos je como tu Keeil – susurró diabólicamente el ángel negro limpiándose los restos de liquido rojizo de los labios y lamiéndolo lascivamente mientras miraba al de cabellos grises- sus gritos fueron música para mis oídos.. –agregó como si nada estirándose con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Esa rápida sesión de tortura lo había animado auque no había absorbido la esencia vital de esa escoria al ser más selectivo que Karu con lo que comía,  pero si había disfrutado de sus rostros de sufrimiento en el momento que le rogaron que los asesinara por el dolor.
         -Lankud-sama sobre el ángel…cuando partirá-preguntó respetuosamente Keeil haciendo una leve reverencia bajando la vista. Admiraba a ese demonio mas que a cualquier ser en el Averno, era su maestro, le enseñaba y entrenaba para ser un “buen” demonio y ascender así a un ser de cinco cuernos.
         -Keeil que te hace pensar que será Lankud que vaya en persona a buscar a su comida…?-preguntó burlonamente Karu, acomodándose soberbiamente el cabello- para que crees que tiene sirvientes? Lo traeremos aquí y lo torturaremos será un espectáculo digno de ver, espero que nos permitas disfrutar esta vez… Lankud- agregó mirando al demonio de ocho cuernos que ya se había acomodado en la tarima con expresión pensativa.
         -No..esta vez iré yo..-respondió Lankud poniéndose de pie con expresión decidida y algo divertida- hace tiempo que no subo al mundo humano y aquí me estoy aburriendo de los patéticos demonios de bajo nivel que ya no me satisfacen- agrego sonriéndose malignamente mientras formaba con su aura algunas flamas de color violeta jugando con ellas- me divertiré primero con ese ángel, y después le daré el golpe de gracia jeje
         Los tres demonios rieron al escuchar el último comentario. Jugar, torturar, y absorber la esencia de otros seres obteniendo así mas poder, era su forma de vida. Los sentimientos como la compasión, la consideración, la empatía y ni hablar del amor, aunque eran capaces de sentirlo, eran rechazados automáticamente en pro del orgullo y la codicia de poder que en sus corazones negros como el carbón albergaban.
         A las pocas horas de esa conversación, un hombre aparentemente normal de cabello negro como la noche, ojos dorados como el sol se apareció de la nada frente a la mansión de Naomi. Su porte y aspecto hacían pensar en un hombre de negocios, vestido de saco y corbata su traje era sencillo y nada ostentosa pero se podia pecibir cierta elegancia y buen gusto y sus ademanes denotaban que era alguien acostumbrado a las comodidades e imponer respeto.
         - Con que aquí esta…- susurró Lankud con su aspecto humano, mientras miraba despectivamente la mansión que frente a él se encontraba.

3 comentarios:

  1. Bueno ya que hacia algunos dias que no publicaba nada me esmere y publique dos caps de una ^^ los demas ya los tengo pero tengo que editarlos asi que voy a demorarme un poquis en subirlos >_> ahh si la proxima vez les tendre una sorpresa asi que esperenla con paciencia XD

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  2. OMG, increible!! siento no haberlo leido antes es que estuve haciendo otra historia y no publique nada desde entonces hasta hace un par de dias: te invito a que te pases se llama FIN http://highschoolofthenight.blogspot.com/

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  3. waaaaaaaaaa mas novelas que leer genial -w--feliz como una perdiz XD-pero aun asi mi favorita sigue siendo voz de cristal XD es k esta muy bueno *-* y ntp por o haberlo leido xd >_> solo espero k kometes mira k ers kasi la uniko k lo haace .__. XD

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Susurros de un angel o quizas de un demonio