miércoles, 11 de mayo de 2011

Un trabajo, un arpa

Desde que había llegado a la mansión, Azariel había podido disfrutar de las ventajas y desventajas de llevar una vida común. A pesar de que Haruka había decidido pagar su estancia en la mansión, no quería ser una carga demasiada pesada, así que había estado buscando desde hacía semanas un trabajo que le permitiera costear por lo menos sus costos básicos. Y en esta tarea le ayudó Arisu, el chico rubio de personalidad graciosa que se ofreció amablemente a buscar un trabajo apropiado para el chico.
-Amm bueno es que -//- no creo que sirva para este empleo Arisu-san..-susurró sonrojado y avergonzado el joven ángel como por enésima vez en esa tarde. Se encontraban en una cafetería de maid, donde varios chicos y chicas jóvenes vestidos de sirvientes atendían con humilde solicitud a los clientes, quienes disfrutaban del “agradable ambiente” , riendo con los “meseros” que se sentaban con ellos para disfrutar de algún pastel invitado por el cliente obviamente, dándoles servicios especiales como darles el pastel en la boca-en serio no creo que esto sea para mi T-T –agregó casi suplicante recogiéndose con ambas manos la falda del traje de sirvienta que Arisu sin previo aviso lo había obligado usar. Y es que por alguna extraña razón o quizás obsesión, el rubio insistía en vestir al pobre Azariel de chica, argumentando que se veía mejor de esa forma y que le quedaba mucho mas fácil conseguir un empleo bien pagado si lo hacía.
-Oh! Vamos que solo es un vestido y te queda realmente bien Aza-chan *-* -le respondió Arisu, tomándole de una mano para obligarlo a dar una vuelta y así poder admirar en su totalidad lo bien que le quedaba la blusa con encajes y listones y la falda de maid. Y es que tenía buen ojo para esas cosas. Desde el día en que lo vio por primera vez supo que ese tipo de trajes le quedaría de maravilla. Por eso cuando le pidió ayuda para conseguir un empleo, lo primero en lo que pensó fue en una cafetería donde hicieran cosplay de sirvientes. Así que lo había echo recorrer por todos sitios con esas caracteristicas conocía bien la ciudad y tenía contactos en todos aquellos lugares por ser cliente asiduo, así que no le hubiera resultado difícil conseguirle una vacante en alguna, pero siempre obtenía la misma respuesta del joven, “no creo que esto sea para mi T-T”.
-Demo yo soy chico T-T y esto lo usan las mujeres no?-argumentó el ángel después de dar la vuelta que el rubio le obligó a dar, avergonzándose cada vez más al percibir como toda la gente de la cafetería, en especial los hombres, lo volteaban a mirar.
-Acaso el modelo del traje no te gusta? Mmm a mi gusta es uno de lo mas lindos a mi parecer pero creo que no muestra lo necesario de las piernas..-contestó Arisu, sonriendo divertido mientras examinaba con detenimiento la falda que le llegaba poco mas debajo de las rodillas mirando con algo de picardía las largas piernas de Azariel, enfundadas en inocentes medias blancas.-jaja quizás deberías de mostrar mas de tus atributos Aza-chan xD..-agregó divertido mientras le subía en tono de broma la falda exponiendo sus esbeltas piernas a vista y paciencia de todos los clientes y sirvientes de la cafetería.
-eh?..O////O ahhh!!! Arisu-san que hace!!! >/////<-grito el pobre chico que a lo único que atinó hacer fue agarrarse el borde de la falda bajándola lo mas posible, todo rojo como fresa madura al notar como sus piernas eran vistas por todas esas personas desconocidas, que lo miraban, sonriendo algunas, sorprendidas otras- -Jajaja vamos que solo era una bromita xD- riéndose a más no poder por la reacción del peliblanco, Arisu lo agarró de los hombros guiándolo al interior de los vestidores para que pudiera cambiarse, satisfecho ya. Y es que ya se había dado cuenta que el joven no aceptaría jamás a vestirse de esa forma, pero igual quería reírse un poco de él, perdón, quise decir “con” él (xD)- ya ya no llores ve a cambiarte que ya se donde puedes trabajar, aunque en serio es un desperdicio y un pecado el privar el mundo de tus hermosas piernas Aza-chan xD- agregó divertido mientras lo terminaba de empujar al vestidor. - >//> que cosas dice Arisu-san ¬//¬ -reclamó avergonzado y sin que el sonrojo se le fuera del rostro, el peliblanco, mientras se cambiaba el traje por su pantalón y camisa normal- los chicos usan pantalones y las chicas faldas así es como creo que son las cosas no..? y yo soy chico u//u así que según yo debo usar pantalones..- pensó mientras se terminaba de cambiar. Y es que aún no entendía del todo como funcionaban las cosas en el mundo ya que debido a su pérdida de memoria había muchas cosas que no sabía ni entendía. Pero gracias a la ayuda de todos en la mansión había ido aprendiendo todo de nuevo poco a poco, a pesar de que aún algunas cosas le costaba un poco de trabajo, ya se podía manejar con mayor libertad en la sociedad.
-Listo ya me cambie Aris..O.O- no alcanzó a terminar la frase ya que al salir del vestidor ya arreglado normalmente, Azariel no divisó por ningún lado a Arisu- are? >.>…<.< Arisu-san..-llamó el chico buscándolo con la vista por la cafetería, agarrando su bolso y colgándoselo al hombro mientras le preguntaba al jefe por su amigo. -Ari-kun? donde mas iba a estar que distrayéndome a las empleadas ¬¬- le contestó el encargado que estaba detrás de la caja registradora mirando, con una cara mezcla de enfado y resignación, a una esquina donde estaban reunidas casi la totalidad de las sirvientas mujeres, riéndole coquetas a un relajado Arisu que les hablaba a todas galantemente, sonriendo de manera natural, como si ese fuera su ambiente. -O.O Arisu-san!! >0<- exclamó en tono de reproche, mientras se acercaba al grupo de chicas, tomándole la mano al rubio para así jalarlo al exterior, mientras este se despedía coqueto de todas lanzándoles besos al aire.- me dejo solo.. y me dijo que tenía un trabajo que seguramente podría hacer u.u- reclamó ya afuera, soltándole la mano suspirando algo cansado ya. -Sorry T-T no sabia que te ibas a sentir tan solito sin mi presencia Aza-chan- respondió el rubio haciendo un leve puchero abrazándolo y apretujándolo con fuerza- pero ya vas a ver que el trabajo que pensé para ti te va a gustar- agregó animado mientras ahora él lo jalaba con rapidez, poco menos que arrastrándolo, haciendo que Azariel casi se cayera por no poder llevarle del todo el paso. Finalmente ambos muchachos llegaron a una pastelería-cafetería, donde los chicos que atendían vestían “normal”.Pantalones negros, camisas blancas, chaquetas de tela negra sin manga y un corbatín rojo era como se componía su atuendo, y el comprobar esto hizo suspirar aliviado a Azariel, que ya se estaba imaginando que sería otra cafetería maid. -Entonces que te parece? ^^ -le preguntó sonriendo el rubio mientras entraba a la pastelería, haciendo sonar la campanilla que estaba en la puerta. -*-* amm amm hai demo tendrán vacantes? –preguntó Azariel mirando para todos lados emocionado, fijándose en el arpa que estaba expuesto en una esquina a modo de decoración, causándole una extraña ansiedad y sensación en el pecho-… -Jaja seguro que sí. El dueño es padre de un compañero de Universidad y nos llevamos muy bien, seguro me hace el favor-contestó Arisu caminando hacia la caja para conversar con el joven que estaba atendiendo- espérame aquí, pide algún pastel por mientras para llevar para la merienda Aza-chan- le dijo antes de desaparecer por la puerta que daba a la sección donde hacían los pasteles. -Amm hai..-asintió el joven, acercándose lentamente al arpa, sonriendo levemente al mirar cada uno de sus piezas y cuerdas- que extraño…esta sensación...es tan familiar..-pensó mientras con delicadeza tensaba y soltaba una cuerda, cerrando los ojos ante el melodioso sonido-… -Sabes tocarlo?-le preguntó alguien desde algún lado, sacándolo de su ensimismamiento. -Are? Amm en realidad no se si se...-contestó el ángel un poco avergonzado al chico de ojos negros vestido como camarero que le había hablado, consciente de lo raro que eso debía de sonar. -Entonces porque no lo intentas? n_n –le sugirió el muchacho sonriendo amablemente- nadie sabe tocar en la cafetería por lo que esa arpa solo se utiliza como decoración, pero sería agradable que este instrumento cumpliera su función alguna vez no crees? Creo que el estaría feliz también n_n -o//o eh? y-yo..yo intentar tocarlo? Puedo? –preguntó el peliblanco sintiendo la ansiedad crecer en su pecho. Y es que en el momento de pulsar la cuerda y escuchar el sonido salido de ese instrumento, se empezó a sentir extraño, como si todo su ser deseara seguir sacando notas, interpretando melodías armoniosas en esa arpa. -Claro! ahora no hay clientela ya que estamos a punto de cerrar, así que si te sale mal casi nadie escuchara xD- le dijo el camarero en tono de broma, sentándose en uno de las mesas, relajado al poder descansar un poco después del agitado día laboral. -Amm ok..-susurró Azariel con timidez, mientras se posicionaba cerca del arpa en un lugar cómodo para poder tocarla. Cerrando los ojos y solo rozando las cuerdas como tentando y probando la tensión de estas, pulso una cuerda, sonriendo con el sonido sacado-…-con lentitud y completamente concentrado y extasiado con las melódicas notas sacadas del arpa, el joven empezó a interpretar con suma maestría una hermosa y dulce melodía, que llenó completamente el lugar, tornando extrañamente cálido el ambiente, sonriendo con dulzura y olvidándose de todo lo demás, solo escuchando las sonidos dulces que lograba sacar. Al terminar de tocar la canción, con lentitud abrió los ojos regresando lentamente a la realidad, aun con esa sensación extraña y agradable recorriéndole todo el pecho, como si su corazón le tratara de decir algo a través de esa interpretación, aunque extrañamente se sentía algo agotado- are? O.O –saliendo de golpe de esos sentimientos, se vio de nuevo en la cafetería ante un público mas a o menos numeroso que le aplaudía con expresión maravillada y asombrada, compuesto del camarero ojinegro, Arisu, un hombre algo mayor vestido de chef, algunas estudiantes de instituto que al escuchar la interpretación desde la calle habían entrado para escuchar…y ..Azariel se bloqueó completamente al ver apoyado en la puerta, aplaudiendo junto a los demás, a Lyon quien lo miraba fijamente sonriendo amablemente como siempre-O///O…@.@ -Increíble simplemente hermoso *-* quedas contratado-interrumpió por fin el hombre vestido de chef, acercándose para darle la mano a Azariel que aun no salía del impacto de verse con tanto publico y más al caer en cuenta de que lo mas probable era de que Lyon lo había escuchado. -No sabia que fueras músico Aza-chan sugoi!!-agregó Arisu acercándose también pero viendo la hora en el enorme reloj cucú de la cafetería se sobresalto- O.O ahh!! Llegó tarde a mi cita!!! Bueno Azariel te dejo con Jhean-san es el jefe de la cafetería.. ya te contrato asi que ya tienes trabajo felicitaciones!! >> <<-informó apurado el rubio mirando al chef mientras iba saliendo rápidamente, casi chocando con Lyon que estaba en la puerta- eh? Buenas Lyon-san .. y adiós ya me voy > > díganle a Himaki-san que no preparé mi porción de la cena no llego esta noche!
-@.@ Eh? como, donde, cuando?- preguntó completamente confundido el ángel, sin saber lo que pasaba. Estaba algo mareado y solo sabía que le estaba dándole la mano a alguien y que al parecer Arisu se había ido y le había dicho que estaba contratado de algo. Se sentía extraño, cansado y le costaba enfocar la vista, afirmándose levemente de alguien al sentir como las piernas no le respondían, y su cabeza daba vueltas, siendo una voz conocida que lo llamaba por su nombre lo último de lo que fue consciente antes de perder completamente el conocimiento.

domingo, 17 de abril de 2011

Decisiones Celestiales

Mientras todo esto ocurría en la Tierra, arriba en el cielo aun existía conmoción por la desaparición del joven y prometedor Azariel. Y es que la mancillación de uno de los ángeles con mayor esencia innata de todo el paraíso, representaba una dolorosa baja para las filas celestiales, quienes ya veían su número reducido por los continuos ataques de los demonios, quienes devoraban la esencia de aquellos seres celestiales cuya misión era curar a los humanos. Sin embargo, en esta ocasión se había perdido a un ángel cuyo destino era ser uno de los principales pilares de pureza del paraíso, un serafín con un gran futuro por delante, cuya voz podía curar y salvar a mil almas perdidas. Además de esto, era un ángel muy querido y apreciado, debido a su naturaleza extremadamente gentil y dulce para con todos, por lo que muchos de sus amigos y aquellos que lo conocieron lloraron su pérdida. Y es que el ser mancillado era el equivalente a ser asesinado, pues la protección celestial del halo divino dada a todos aquellos ángeles que bajaban a la tierra, se perdía de forma automática al serle arrebatada su pureza y castidad. Es decir, un ángel violado era un ángel muerto, pues era presa fácil para los numerosos demonios que rondaban la tierra, a la busca de aquellos seres puros que se encontraban solos.
Sin embargo uno de los mejores amigos del amado ángel no se resignó. Y es que no podía creer que su dulce y querido compañero de juegos, aquel al que un día juró proteger como su guardián, ahora estuviera muerto por culpa de un maldito demonio. Simplemente no lo aceptaba. Así que decidió ir a la asamblea de los 7 pilares de luz para poder solicitar el permiso y realizar una misión de búsqueda y rescate.
-No perderé a Azariel así como así, no puede haber sido absorbido, yo lo sabría u.u- pensó el joven ángel, arreglando su larga y rebelde cabellera rojiza en una coleta mientras fijaba sus ojos verdes en la construcción marmolina que tenia enfrente, lugar de reunión de los 7 seres mas poderosos de todo el cielo, los 7 pilares de luz, encargados de tomar todas las decisiones referentes a los ángeles y sus misiones. Y es que desde el principio la decisión de mandarlo al mundo terrenal había sido a su criterio un error. Puesto que a pesar de poseer una de las esencias mas poderosas del cielo, el inocente Azariel aun no podía dominar siquiera el 40 por ciento de su poder, por lo que aun debía entrenar paro poder realizar esa clase de misiones Sin embargo, la asamblea había decidido que sería parte importante de su entrenamiento el realizar pequeñas y sencillas misiones de curación en la tierra, para poder así adquirir experiencia. En realidad, el también estaba de acuerdo con eso, pero pensó que ya que era su guardián, iría junto con él. Por eso se sorprendió cuando en medio de una misión de exterminio de demonios, se enteró de que habían enviado a su querido Azariel al mundo de los humanos, solo y sin un guía que lo acompañase y protegiese.
El chico de cabellos rojizos y expresión decidida, suspiro hondo al momento de cruzar las puertas de oro, entrando a la antesala del enorme y blanquecino edificio, buscando la sala donde por lo general, se reunía el consejo a discutir asuntos de los humanos.
-Alto ahí no puede pasar!!- lo detuvo de pronto un ángel de cabellos negruzcos, de porte y facciones algo adustas, que portaba una lanza colgada a su espalda- quien eres y porque has venido a la sala de los 7 pilares- preguntó acercándose al pelirrojo con expresión seria , analizándolo de pies a cabeza mientras le impedía continuar sacando su lanza.
- Tsukiel.. ese es mi nombre, guardián del noveno escuadrón celestial- respondió con seguridad el pelirrojo mientras se detenía y miraba con detenimiento al centinela que lo había detenido- vengo a solicitar una audiencia con los excelentísimos pilares , para tratar un asunto de carácter urgente ¬¬- agregó con tono algo rudo el chico. No le gustaba tener que dar explicaciones ni mucho menos dar razón de sus acciones. A pesar de ser un ángel bajo el servicio de la Asamblea celestial, era considerado uno de los más impulsivos y desobedientes a la hora de acatar órdenes al pie de la letra. Y se enorgullecía de esa reputación. Lo que menos le agradaba era ser un títere en manos de los “mandamases”, él no iba a someterse con ciega obediencia a los mandatos que algunas veces consideraba irracionales. El ser un ángel no significaba que no tuviera ideas y opiniones propias y fue por eso que desde muy joven fue asignado al escuadrón de protección que siempre estaba en la primera línea a la hora de defender el cielo. Era el escuadrón que sufría más muertes entre sus filas y cuyo rango de sobrevivencia era muy baja, el noveno escuadrón Celestial, mas conocido como el escuadrón de Alas Carmesí, debido al color que siempre quedaban teñidas sus alas después de las batallas. Era a donde enviaba a los ángeles “problema” a modo de disciplinarlos, pero para él, el pertenecer a ese grupo selecto era un gran honor, y siempre salía bien parado de las batallas gracias a su enorme agilidad y agudeza mental.
El ángel pelinegro lo miró de arriba abajo evaluándolo. Al oír que pertenecía al Noveno Escuadrón solo una frase se formó en su mente, “Chico rebelde” así que enfundando su lanza, agregó- un asunto urgente O.O-repitió con algo de curiosidad- con esa información tan vaga e imprecisa no te puedo dejar continuar...Tsukiel...sin una cita preprogramada…
El chico pelirrojo suspiró, entornando los verdes ojos con algo de impaciencia. Formalidades, explicaciones era lo que mas odiaba-ok..se trata de la desaparición del ángel Azariel, serafín de primer orden perteneciente al coro celestial..Angel de la clase protectora-susurró apenas en tono confidente- es que tengo poderosas razones para creer que aún sigue con vida y quería solicitar un permiso para salir con algunos de mis hombres a buscarlo al mundo de los humanos.
El centinela se sorprendió al oírlo. Y es que ese serafín era bastante conocido en todo el cielo y el era uno de los muchos que lloraron su inminente final, ya que hacía años lo había conocido por accidente, y en esa ocasión había quedado completamente prendado de las delicadas facciones del joven ángel. Meditó un momento el qué hacer, indeciso de dejarlo pasar pues sus ordenes eran claras, no dejar a pasar a ningún intruso que no tuviera un pergamino de permiso especial para poder hablar con los pilares.- de acuerdo puedes pasar u.u- accedió el fin después de un rato, dándole el paso libre- solo espero que la información de que Azariel-sama sigue con vida sea real- agregó mirándolo fijamente.
-No te preocupes se que sigue con vida y me encargaré de traerlo de vuelta- respondió con seguridad el ojiverde avanzando por la amplia antesala de mármol, mirando las decoraciones hechas de oro y los numerosos cuadros que representaban batallas de ángeles y demonios. Finalmente llegó a la enorme puerta que estaba al fondo de la antesala, hecha de madera viva y cuyos tallados formaban poderosos sellos en el portal -aquí voy..-susurró para si mismo mientras colocaba una de sus manos en la puerta emanando un poco de su energía pura.- Mi nombre es Tsukiel, guardián del noveno escuadrón Celestial, y he venido a solicitar una audiencia- musitó en voz baja, quitando su mano al notar que la puerta se abría al tiempo que una voz femenina y dulce le contestaba un “Audiencia aceptada…puedes pasar joven Tsukiel”
Con algo de nerviosismo inusual en él, entro en esa blanca e inmaculada sala mirando con respeto a los siete ángeles con capuchas que estaban parados en circulo alrededor de una enorme esfera de luz con las blanquecinas y puras alas expuestas. Tres de ellos eran seres femeninos y cuatro eran seres masculinos, lo sbía aun cuando no pudiera ver sus caras por las capuchas, así que haciendo una leve reverencia en señal de sumisión y mirando el piso con respeto, presentó su situación y su solicitud.
Estuvo adentro dos largas horas, exponiendo su situación y argumentando sobre la importancia de salir en búsqueda del joven y prometedor serafín, y finalmente salió, con el rostro sombrío y la vista baja. Y es que por más que había pedido y casi implorado el permiso para bajar a la tierra a buscar con algunos de sus hombres a Azariel, los siete pilares en forma unánime le habían negado la solicitud.
Sin emitir palabra, el pelirrojo salio de aquel lugar, sintiendo como su interior se iba llenando de impotencia y desolación, recordando los argumentos de los siete.” Han pasado varias semanas seguramente su esencia ya fue absorbida” “un ángel mancillado es un ángel asesinado” “el mayor tiempo de sobrevivencia de un ángel violado a sido dos días” “aun no estaba lo suficientemente entrenado es imposible que haya sobrevivido” “ni siquiera podemos sentir su esencia desde aquí la que significa que ya no existe”. Esos argumentos se repetían una y otra vez dentro de su cabeza, pero aún así a pesar de todas las pruebas y evidencias que le dieron para prohibirle el descenso al mundo de los humanos, no se podía convencer. Y es que el sabía algo que los siete pilares no. Había echo un pacto de almas con Azariel jurándole por sus alas y su esencia pura que lo protegería. El sabía muy bien que ese tipo de promesa entre ángeles estaba vetada, y que solo los ángeles guardianes podían ejercerlo sobre sus protegidos humanos, pero a pesar de eso lo hizo con su querido amigo, pues estaba consciente de lo distraído y vulnerable que era por su inocencia. Así podía saber como se encontraba a pesar de estar lejos en alguna de sus misiones, ya que la conexión entre los dos era casi irrompible.
Caminando por los verdes y pacíficos prados del paraíso, Tsukiel llegó a un gran árbol de cerezo, que en vez de flores poseía en todo su follaje pequeñas flamas de luz blanquecina, almas de aquellos seres, ya fuera ángeles asesinados, demonios purificados o simples humanos que estaban destinados a reencarnar en la Tierra como seres humanos en una nueva oportunidad para vivir una vez más. Estaba desilusionado de las decisiones que los siete pilares siempre tomaban. Y es que ¿como siendo los “buenos” en la continua guerra entre el bien y el mal podía abandonar así de fácil a uno de los suyos? ¿Acaso toda esa compasión y bondad de la que siempre se enorgullecían delante de los demonios era toda una mentira? Si incluso entre los aborrecibles seres de la oscuridad existía un casi imperceptible espíritu de compañerismo que los hacía llevarse a sus heridos en las batallas. ¿ ellos, como seres puros y celestiales no eran mejores?
-u.u esto es frustrante ..-susurró el pelirrojo sentándose con las piernas y brazos cruzados en la base del enorme árbol- se que esta vivo..-agregó hablando consigo mismo, subiéndose la manga de la ropa, dejando expuesto su antebrazo derecho, tocándolo con la mano opuesta- muéstrame a meus animus protegida, al ser cum el qui quae que quod hice aliquis ius divinus- recitó en latín en apenas un susurro audible, al tiempo que trasfería un poco de su esencia pura en esa zona, apareciendo levemente y de forma gradual un tatuaje en forma de una ala blanca, que resplandecía levemente- esto demuestra que sigue con vida sino el tatuaje no existiría..si solo el pacto lo hubiera echo de la manera correcta podría decir donde esta _ _||-musitó el chico apoyándose en el tronco del árbol, cerrando los ojos pensativo con un leve dejo de molestia en su rostro. Aun no lograba entender porque los siete pilares se habían negado tan rotundamente a permitir que un equipo de búsqueda bajara a la tierra para tratar de rescatar a Azariel, había bastantes ángeles sin nada que hacer y nada perdían con revisar.
Además simplemente no podía aceptar el que lo obligaran a olvidar a su mejor amigo de toda la vida. Azariel y Tsukiel habían nacido el mismo día de las flores del Árbol Sagrado y a pesar de que sus naturalezas y personalidades eran completamente opuestas, desde ese momento habían estado juntos, riendo, llorando, aprendiendo uno al lado del otro, sin separarse nunca, a no ser que fuera estrictamente necesario. No lo podía abandonar, eso era algo fuera de discusión, nadie lo podía obligar a eso ni siquiera el consejo de los siete pilares, así que levantándose con resolución, expuso sus hermosas alas blanquecinas para emprender el vuelo a lago de cristal de luna, único pasaje que conectaba al cielo con la tierra. Ya había tomado su decisión. Aun cuando significara desobedecer una orden directa, iría a la tierra solo para poder encontrar a su adorado Azariel y traerlo de vuelta, sin importarle el castigo que recibiera por esto.

Un Inquilino mas

-Y que es lo que motiva a un importante empresario a venir alojarse a mi “humilde” mansión?- preguntó inquisitiva Naomi al hombre vestido elegantemente que estaba sentado frente su escritorio. Iba a pagar una buena suma de dinero y sonrió animada pues su negocio estaba prosperando, aunque su mirada indiferente no cambiaba. Sin embargo, algo le erizaba los vellos al ver directo los ojos dorados de aquel extraño hombre que así sin más, vino a pedir alojamiento.
-Solo negocios, este lugar se ve bien y detesto los hoteles así que me tendrá aquí una temporada –le sonrió amable el hombre de traje, levantándose para extenderle la mano de manera gentil y así cerrar el trato. Al momento de tomar la mano con un movimiento galante la llevo a sus labios y le dio un beso en el dorso de esta sonriendo gentilmente, a lo cual Naomi le retiro de inmediato la mano, algo molesta
-Disculpe mi atrevimiento, pero no lo pude evitar-se excusó haciendo una pequeña reverencia a la usanza japonesa-no era mi intención incomodarla.
-See como sea ¬¬ tenga es la llave de su habitación-le respondió Naomi algo desconfiada, entregándole una pequeña llave plateada, con una campanita con el número 6 grabado en el llavero- No es la mas lujosa y amplia de todas, pero es la que me pidió, tiene vista al jardín y a la piscina espero le guste y.. –agregó la chica cortando la frase, evitando decir “y si no, se larga por que es lo que hay y lo que quería” que es lo que ansiaba agregar. Y es que ser toda amable y carismática no era lo suyo pero no quería perder a este inquilino tan importante a pesar de la desconfianza que le provocaba el hecho de que le hubiera pedido específicamente esa habitación y no la mas lujosa- “Pero bueno tendrá sus gustos en eso, allá él mientras no se queje y me pague todos los meses me doy por bien servida”-pensó.
-Muchas gracias.. si no le molesta, me gustaría retirarme para conocer mi cuarto -pidió sonriendo el hombre acomodándose la corbata y el traje-pero antes me gustaría saber algo…-agregó mirando misteriosamente a la chica y Naomi pensó que fue algún efecto óptico o reflejo, pues creyó ver un imperceptible brillo violeta en los ojos de aquella persona.
-Ok? Que quiere saber señor Lyon ¬¬ -respondió algo seca la muchacha levantándose de su lugar.
-Sobre mis compañeros de alquiler….mm...quienes serán mis vecinos?-preguntó Lankud, que era la identidad del misterioso hombre,(cuando este en esta forma lo llamare simplemente Lyon >_> para que no halla enredos ˆˆ) ocultando su interés y solo diciéndolo fingiendo formalidad. El que haya pedido ese cuarto especifico no era coincidencia, se debía a algo muy especifico, ya que sabia perfectamente quien dormía en el cuarto de al lado, pero aun así quería comprobarlo de las labios de esa humana.
-Ah -.- con que a eso se refería -respondió la chica cambiando su expresión a una quizás de fastidio, aunque en realidad era de preocupación bien disimulada. Y era que eso le había molestado de la explicita solicitud de habitación de ese nuevo residente. Había pedido la habitación 6, y justo tenia de vecino a ese extraño muchacho que había acogido casi a la fuerza por culpa de Haruka. Y lo había dejado en esa habitación, la numero 7, porque el doctor había pedido explícitamente que fuera esa, ya que tenía buena iluminación y buena vista, cosas buenas para un enfermo en recuperación, y no lo había dejado a discusión. En ese cuarto debía de quedarse “su protegido”.Por alguna razón esto le molestaba-Bueno solo tiene un vecino en el mismo piso, los otros inquilinos viven en las plantas superiores, vive en el numero 7 -.- -respondió algo cansada Naomi- es un muchacho joven, algo distraído e inocente pero no le dará problemas se lo aseguro.
-Mmmm ya veo..no se preocupe seguro no será molestia…-aseguró Lyon –ahora si me disculpa, me retiro- agregó dándose vuelta para salir, y una vez que le dio la espalda a la muchacha dejó entrever una sonrisa de suficiencia y malignidad. Era todo lo que quería saber. Había encontrado a su presa.
Salió con paso seguro de la oficina de esa mujer directo a la zona donde se encontraban los cuartos, en el segundo piso. Coma la mansión era grande, se demoró un poco pero en cuanto dobló un pasillo se lo encontró de frente.
Por un momento se quedo helado contemplando la belleza de ese chico, que de inmediato identificó como el ángel que andaba buscando. Su piel blanca y tersa no mostraba ninguna imperfección y se notaba un leve y delicioso sonrojo en sus mejillas. Su cabello era blanquecino como la nieve, brillante y puro, y sus ojos, por unos segundos se perdió en ellos, eran tan celestes, tan calidos, tan límpidos que le costó un momento apartar la vista de ellos.
-Etto...am es un nuevo inquilino?- preguntó Azariel, sonriendo tímidamente algo confundido por la presencia de un extraño en la mansión, pero aun así se mostraba amable y calido. Naomi ya le había mencionado que iba a haber otro pensionista y que este se quedaría en el cuarto que estaba al lado del suyo por lo que le había advertido que no causara problemas, pero el toparse tan de improviso con él lo había sorprendido. Por un momento se dio cuenta que lo miraba y el cruce de las miradas hizo que se sonrojara levemente.
-Eh? si claro yo soy el nuevo inquilino un placer-respondió recuperando la compostura el disfrazado demonio, mostrando de nuevo una sonrisa amable y cordial acercándose y viéndolo a los ojos-Lyon Hellsons un placer en conocerlo..mm....su nombre es..?
-Etto..un gusto Hellsons-san..mi nombre es Azariel, Azariel Wings (Haruka le habia puesto el apellido XD) y vivo aquí.. espero llevarnos bien n//n –sonrió dulcemente el joven aun con el rostro sonrosado, algo nervioso por la cercanía sin saber muy bien porque.
-Eso dalo por seguro, nos llevaremos muy bien joven Azariel-respondió amablemente Lyon extendiéndole la mano sonriendo gentilmente.
-Hai!! n///n –asintió alegre el chico tomando la mano que le extendía de manera cordial sin que el sonrojo disminuyera. Se sentía extraño, algo como miedo y nervios se formaban en su interior al contacto de la mano fría de ese hombre, y por un momento sintió que los vellos de su piel se erizaban, aunque ignoró esto y solo sonrió dulce y tímidamente.
-Bueno entonces nos estaremos viendo joven Azariel-le informó Lyon mientras tomaba rumbo hacia su habitación, mirándolo de reojo al pasar a su lado. Y es que no se debía de mostrar impaciente si no asustaría a su presa y quería divertirse con el un rato mas antes de darle el golpe de gracia. Por un momento se deja encandilar por la belleza del chico, algo en su interior se estremeció al ver el dulce sonrojo en las mejillas blanquecinas de aquel rostro pero no se dejaría engatusar por un ser celestial- apuesto que su esencia será exquisita-susurró relamiéndose los labios con lujuriosa maldad, una vez estuvo en su cuarto, dejando entrever un brillo violeta en sus ojos.
Por su parte Azariel bajó las escaleras con una sonrisa algo confundida en su rostro. Esa persona le habia dado escalofríos sin saber porque pero extrañamente y en contradicción, su corazón se había contraido nervioso, aunque aun no entendía muy bien el porque. Casi corriendo llegó a la cocina para ayudar con la cena, ya que las cosas dulces le salían muy bien, Naomi le encargaba siempre hacer los postres, aunque ella nunca los comía, detestaba el dulce.
-Are? Estas algo extraño hoy Aza-chan – inquirió divertido Himaki, el cocinero y mayordomo de la mansión, que trabajaba ahí ocasionalmente.
-Eh? No Himaki-san estoy feliz jeje n//n-respondió Azariel mientras decoraba el postre de flan con algo de crema y chocolate-nee ya conoció al nuevo inquilino?-preguntó mientras tomaba un poco de la crema con un dedo y se la llevaba a la boca- se llama Lyon Hellsons es muy amable y gentil jeje.
-Mmm no he hablado con el...sólo lo vi llegar y hablar con Naomi-sama pero de conocerlo, conocerlo no he tenido el honor...-contestó algo seco Himaki, mirando de reojo la expresión de Azariel mientras terminaba de decorar el pato al horno- ve a poner la mesa para cenar..onegai..-le pidió finalmente, suspirando pesadamente, pasándole la bandeja con el servicio y las servilletas.
-Ok!!!-asintió el peliblanco tomando la bandeja y yendo casi corriendo al comedor para servir la mesa.
A los minutos la larga mesa del comedor estaba llena con los residentes de la mansión. Naomi estaba a la cabecera, Haruka, que había venido como todos los días a comer, estaba sentado a su lado. Los inquilinos comían bulliciosos y algo curiosos mirando de vez en cuando al extraño que estaba sentado entre ellos. Azariel, que estaba sentado junto a Haruka comía con ánimos aunque en silencio, mirando de vez en cuando a Lyon quien estaba sentado justo frente de él, quien le dedicaba una sonrisa amable cada vez, haciendo que el joven se sonrojara y pusiera nervioso continuamente.
Al terminar la cena y mientras disfrutaban del delicioso postre que había preparado Azariel, todos excepto Naomi, esta última se levantó de su silla e hizo sonar su copa con una cuchara para llamar la atención de todos.
-Ok…no me gusta esto y lo saben no soy de formalidades ¬¬U-aclaró algo fastidiada la chica después de haber conseguido el silencio de todos. Solo hacia esto porque Haruka la había molestado toda la cena insistiéndolo en que la formalidad era importante para dar una buena impresión-pero me veo obligada a ser así por motivos molestos ¬¬ -agregó mirando de reojo a Haru, quien le sonreía como si nada- así que será rápido...chicos, les presentó al nuevo residente de a mansión, Lyon Hellsons, se esta alojando en la pieza número 6 y se quedará por tiempo indefinido ¬¬-terminó mirando al nuevo, quien de inmediato se levantó de sus lugar para hacer una reverencia mirando a todos.
-Un placer conocerlos...-saludó gentilmente el nuevo inquilino, esbozando una sonrisa perfecta. Era excelente camuflando sus intenciones y aunque no le interesaba en lo mas mínimo conocer a nadie de los que estaban en esa mesa, bueno a nadie excepto al pequeño y delicioso ángel que estaba sentado frente de él, tenía que mantener un perfil bajo y no causar problemas, solo actuar en las sombras. Le gustaba jugar con las inferiores y limitadas mentes humanas.
-El gusto es nuestro Lyon- le saludó un muchacho de cabellera rubia y larga, y ojos rojos, acercándose a Lyon de forma segura y seria, extendiéndolo una mano-Mi nombre es Arisu Asura espero nos llevemos bien.
-Así será Arisu- respondió Lyon tomando la mano extendida saludándolo amablemente-“que chico mas aburrido y formal”-pensó el demonio sin demostrar nada en sus facciones, aun con el gesto amable y gentil.
-Mi habitación es la 55 si necesitas saber algo estoy disponible para lo que sea y…¡¡¡Daiku ese es mi postre!!!-exclamó de pronto el muchacho cambiando su expresión seria y madura a una extremadamente infantil, dejando sorprendido a Lyon . Y es que de reojo había visto al gemelo que tenia un piercing en la oreja izquierda, sacar su flan y zampárselo de un bocado- T-T no es justo los postres de Aza-chan son deliciosos comete el tuyo –alegó haciendo pataleta de niño chiquito soltando la mano de Lyon para ir a encarar al chico.
-Ni modo Arisu, el que pestañea pierde ¬¬ -le respondió de forma sarcástica el muchacho de cabello negro y ojos verdes calmadamente, mientras ponía los pies encima de la mesa y se recargaba en la silla-Buenas… soy Daiku-saludó a Lyon con expresión fastidiada, ignorando completamente el berrinche de Arisu- y este de aquí..-indicó al chico que era exactamente igual a él, solo que sin piercing- es mi hermano Yume, al que si tocas te mato..-agregó despreocupadamente sacando un cigarrillo de su bolsillo delantero-tengo ganas de fumar ¬¬ Yume estaré en el patio-terminó el muchacho mirando a su gemelo mientras se levantaba de su asiento y salía por una de las puertas hacia el jardín.
-Daiku!! No seas maleducado!!-reclamó Yume, cuya expresión era mas amable y dulce que el de su hermano, mientras consolaba a Arisu ofreciéndole su propio postre -etto…espero lo perdone, Daiku es algo grosero-pidió el chico mirando a Lyon quien no pudo evitar esbozar una sonrisa de medio lado al escuchar la advertencia del chico del piercing- Mi nombre es Yume Hidemi…yo me quedo en la habitación 120 y mi hermano en la 121…si quiere saber algo estamos disponibles-agregó haciendo una cortés reverencia a Lyon y después sonreír algo inocente.
-Mucho gusto joven Yume..-respondió Lyon, correspondiendo a la reverencia. Contrario a lo que había pensado en un principio, ese lugar estaba resultando algo interesante, la gente allí era curiosa.
-Mmm la habitación 120...creo que haré una visita de medianoche un día de estos..ya que estas disponible-susurró Arisu a los oídos del muchacho, ya recuperado sin rastros de la pataleta que había echo, abrazándose a su espalda.
-Arisu contrólate que tenemos que dar buena impresión ¬¬U-le interrumpió Haruka, jalándole las orejas para separarlo del ojiverde, que ya estaba sonrojado.
->.< itaa T.T Haruka-san me golpeó…-alegó el rubio mirando a Yume como buscando consuelo. Le gustaba actuar así. Cuando debía ser serio lo era pero no podía evitar sacar relucir su personalidad infantil y algo traviesa. El simplemente era así y a quien no le gustara, bueno que se aguantara sus acosos xD. -Si si como digas Arisu… ¬¬U -le dijo Haruka suspirando y mirándolo de reojo como diciendo “ya crece de una vez”-bueno..ammm..Hellsons-san un gusto conocerlo y espero que su estadía sea agradable-agregó mirando a Lyon con expresión seria pero amable, sonriendo gentilmente-Haruka Katana a sus órdenes, soy médico y aunque no vivo aquí si alguna vez necesita los servicios de su servidor será un honor atenderlo-informó extendiéndole la mano formalmente a Lyon. -Lo tendré en consideración Haruka -contestó en el mismo tono el aludido, tomándole la mano respondiendo al gesto. -Bueno solo queda el pequeño que esta sentado por allá..-agregó Haru mirando dulcemente a Azariel quien aun estaba sentado sin opinar nada solo observando algo tímido. -Ah si..a “él” ya lo conozco..-respondió Lyon mirando y sonriéndole a Azariel, quien al oír que mencionaban su nombre se levantó de inmediato de su asiento para ir a pararse junto a Haruka. -Am etto... hai n//n nos vimos antes de la cena..Haru-san-corroboró el joven ángel sonriendo. Estaba mas nervioso y torpe de lo normal por eso no había querido interrumpir, pero ansiaba hablar de nuevo con ese hombre quien le hacía sentir raro, algo entre miedo y ganas de alejarse y el deseo de quedarse cerca y conversar con él. -Ya veo ^^ es bueno que te lleves bien con los demás Azariel-contestó feliz Haruka despeinándole el cabello blanco a su protegido-are? O.O y donde se fueron todos?-preguntó al fijarse que ya todos se habían ido y solo estaban los tres en el comedor. -Mmm..... bueno Naomi-san se retiró cuando Arisu-san empezó a abrazar a Yume-chan y ellos después dijeron algo de que ya era tarde y que se tenían que despertar temprano mañana y después subieron a sus cuartos..y Daiku-san > > supongo que salió por ahí n//n-contestó al hilo Azariel quien había observado todo desde su posición.
-Tarde??O.O-repitió Haruka mirando recién el gran reloj que había en la sala*_ _|| cierto ya es tarde >.>U bueno ya me tengo que ir si me disculpa Lyon-san..Azariel…mañana tengo que madrugar para ir a mi consulta..-se disculpó Haruka haciéndole una leve reverencia a Lyon y después de besarle la frente en forma fraternal a Azariel se retiró, dejando a los dos solos.
-“Es una excelente oportunidad...pero aun no…quiero jugar un poco mas”-pensó Lankud al darse cuenta de que tenía al ángel para él solo-bueno Azariel yo también me retiró a mis habitaciones Haruka tiene razón ya es muy tarde-agregó en voz alta sonriéndole casi calidamente al joven quien aun no se había percatado de que estaban solos de nuevo, dirigiéndose a las escaleras para irse a su cuarto.
-Eh? Am hai...que duerma bien Hellsons-san...-le respondió Azariel jugando con sus dedos mientras lo veía irse. No sabía aun el porque pero el hablar con esa persona hacía que su corazón latiera mas rápido.
-Por favor llámame solo Lyon si? Hellsons-san suena muy formal...y somos vecinos-le pidió gentilmente Lankud mirándolo fijamente desde la mitad de las escaleras.
-Etto...hai Hells...am L-Lyon-san o//o-obedeció Azariel en voz baja mientras veía desaparecer en la puerta de su cuarto al nuevo inquilino.

jueves, 14 de abril de 2011

Lankud (Lyon Hellsons)


El segundo protagonista. Un demonio de la clase mas alta en el Inframundo y Rey del sexto Infierno lo que lo hace el demonio mas poderoso de todo el mundo de alla abajo. Un ser cruel y sadico que le encanta  la sangre. Sus ojos son de un imposible color violeta y su cabello es negro como la noche, de contextura gruesa con fuertes musculos, mide casi dos metros (1, 99). Cuando esta trasformado completamente en demonio ostenta seis cuernos en su sien (generalmente solo muestra dos), sus garras son largas y negras, tiene una cola flexible y delgada terminada en punta y de su espalda deja ver dos enormes alas de murcielago. En su disfraz como humano es solo un hombre de negocios normal (abogado) de ojos dorados y cabello negro que usa el nombre de Lyon Hellsons. Le gusta jugar con los corazones y los sentimientos de la gente y su pasatiempo favorito es  torturar a demonios sin cuernos que son considerados una escoria en su reino pero aun asi se podria decir que es un “buen gobernante” pues sabe controlar los excesos en su seccion y de todo e Inframundo en realidad, ya que mantener el orden es fundamental para evitar su propia autodestruccion. Tiene una especie de hermano Karu, quien es el unico al que le permite tratarlo de igual a igual, y un alumno, Keeil al que ve simplemente como alguien que quiere aprender de el aunque de todas formas lo deja seguirle. Su pasado es un misterio pero circulan varias leyendas entre los demonios de cómo llego a ser tan fuerte y sobre su origen. A diferencia de los demas demonios ha convivido mucho con los humanos mezclandose naturalmente entre ellos y se dice que las grandes masacres y genocidios que han habido en el ultimo siglo son causa suya.