jueves, 7 de abril de 2011

Cap 2 - Un nuevo Comienzo

Estando frente a esa casa con vista perdida y apenas consciente se dio cuenta apenas  que alguien salía  de ella. Era una chica joven, de no mas de veinte años, de cabello negro largo y suelto, ojos azules y profundos, que vestía una polera de tiras y unos pantalones militares. Esta, al ver al joven de ropas destrozadas con aspecto de estar a punto de desmayarse se quedo quieta un momento mirándolo como si fuera un bicho raro.
-Quien eres y que haces frente a mi casa en esas fachas ¬¬ -escuchó que le preguntaba con voz fría e indiferente mientras se acercaba a él con evidente desconfianza.
Azariel no respondió, incapaz de soportar mas tiempo ya viendo todo borroso sintió que las fuerzas lo abandonaban y se desplomó frente a aquella chica.
-Pero que!!! –la joven se le quedó viendo un rato sin saber como reaccionar. No sabía tratar con gente enferma era demasiado problemático , no era alguien a la que le gustara cuidar a los demás pero si la gente veía a un chico en ese estado frente a ella, seguro pensarían que ella era la responsable. Tenía una “mala”  reputación de la que se sentía orgullosa. Hasta hacía un tiempo era la líder de una peligrosa banda llamada “Perros Salvajes” que sembraba el pánico en la ciudad con sus desmanes y fechorías siendo conocida como  “Loba devil” por su fiereza. No le importaba lo que dijera la gente pero ahora su vida era mas tranquila y, como el común diria, mas “decente”. Su epoca desenfrenada y sin limites ya habia pasado y ahora se dedicaba a dar alojamiento en la enorme mansión que habia heredado de sus padres por lo que no queria causar mala impresión. Y un chico moribundo en la puerta de su casa era exactamente lo que ella llamaría una “muy mala impresión”.
- Esto debe ser una mala broma,…-repuso de mala gana mientras cargaba al chico al interior de la gran casa y lo dejaba en una de las habitaciones libres- mas te vale que tengas con que pagar chico porque te voy a cobrar esta ¬¬ - le dijo al inconsciente Azariel solo por decir, pues supuso que en ese estado no tendría donde caerse muerto, así que lo dejó en la cama y bajó para llamar a un médico por teléfono.

Cuando Azariel despertó se encontró en una habitación calidamente arreglada y sus heridas estaban curadas. Se incorporó pesadamente en la cama mientras sentía como el dolor se localizaba en sus caderas y espalda y vagamente recordó el porque de esos dolores-……donde… estoy…-susurró débilmente mientras caminaba tambaleante afirmándose de la mesita de noche, abriendo la puerta para encontrarse  de frente con la misma chica que vio salir de la casa a la que llegó y un hombre de edad indefinida de cabello largo y castaño claro con ojos verdes y lentes que lo miraba con desapruebo.
-Me quieres explicar que haces de pie jovencito ¬¬ -le reprendió con el rostro serio aquel hombre de lentes mientras lo empujaba con suavidad hasta hacer que se acostara de nuevo-los heridos deben descansar y es exactamente lo que tu harás a menos que quieras que te hospitalice ¬w¬ - continuó con los regaños, sonriendo macabramente aunque en el fondo Azariel notó perspicazmente que sonreía divertido, asi que solo hizo caso y se volvió a acostar como aquel  hombre le solicitaba. Aún no tenía fuerzas para reclamar y el repentino recuerdo del porque de sus heridas lo destrozaba lentamente por dentro.
-Oye cambia la cara mira que tienes suerte de dejar que te quedes aquí ¬¬ -repuso de repente la chica poniendo mala cara mientras se apoyaba en la pared y cruzaba los brazos – y si no hubiera sido por Haruka-sensei que curó las heridas de la violación que tuviste quizás hubieras muerto por ahí en la calle –agregó como si nada mirándose las uñas con indiferencia.
-Ne Naomi cálmate y no seas tan brusca con el  que no fue una experiencia agradable  ^^U  – le dijo el doctor mirándola de reojo mientras examinaba a Azariel, a quien se le tornó de inmediato el rostro opaco, cabizbajo ante la mención de la violación. No recordaba del todo pero si recordaba sensaciones. Al sentir que el doctor lo trataba de examinar, su cuerpo reaccionó de inmediato apartándolo de un manotazo por inercia, pero al darse cuenta de su acción se sonrojó arrepentido de su brusquedad ante la persona que lo había curado.
         -Yo..yo..gomenasai…-susurró casi imperceptiblemente temblando sin poder controlarse mientras se abrazaba a si mismo-yo..
         El doctor lo miro comprensivamente y solo le chasconeó el pelo con suavidad-suficiente por hoy debes descansar u.u – le ordenó mientras lo arropaba.
         -Ne acaso se va a quedar aquí Haru? -.- -reclamó la chica poniendo cara de fastidio aunque a Azariel le pareció que no estaba en realidad molesta- si lo hace tendrá que ayudar no dejo a nadie por caridad y lo sabes ¬¬ -miró al chico que esta acostado en una de las camas de las piezas libres de SU mansión, como examinándolo preguntándose en que trabajo seria bueno. Quizás podría ponerlo de mayordomo. Se sonrió con la idea. Sí, seria un buen mayordomo, pensó distraídamente feliz ante su idea pero despertó de sus fantasías por un leve golpe en la cabeza propinado por Haruka.
         -Estas pensando cosas raras verdad Naomi ¬¬U – le respondió Haruka mirándola recriminatoriamente- como sea eso será después ahora lo que este muchacho debe hacer es descansar u.u
         -jeje como crees Haru >.> y se eso en ese estado no me sirve >.>-susurró en evidente tono de broma Naomi, mientras se acomodaba el cabello negro tras la oreja.
         -Etto..quienes son ustedes?-preguntó finalmente Azariel mirando a la pareja desconocida para el –Donde estoy?..-preguntó confundido. No sabía nada de esas personas, y aunque algo en su interior le decía que debía quedarse ahí, que tenía que estar ahí y que esas personas eran buenas, no podía evitar temblar al recordar entrecortado la horrible experiencia vivida.
         -Cierto aun no nos hemos presentado –sonrió gentilmente el hombre de cabello largo acomodándoselo en una coleta- mi nombre es Haruka Katana, y ella ..-se volteó un momento para mirar a la chica ojiazul que se miraba las uñas con aire orgulloso- es Naomi Minami la dueña de esta mansión…
         -Un placer conocerlos…-contestó el ángel incorporándose levemente de la cama mientras miraba a ambos con expresión agradecida. No entendía ni recordaba muchas cosas pero algo creía entender. Esas personas lo habían salvado y ahora se sentía seguro, sin saber porque- Mi nombre es Azariel…muchas gracias..por acogerme..-susurró sonriendo levemente mientras miraba a la chica responsable de que estuviera en ese lugar.
         -Si como sea  Azarin o Azariel estas en esta mansión porque me pillaste de buenas, después que te recuperes trabajaras para mi –contestó la chica con vos parca – No hago caridad así que una vez que Haru diga que estás en condiciones, serás el mayordomo de la mansión hay muchas cosas que hacer –agregó sonriéndose al pensar en el traje que debía preparar para su empleado.
         -Naomi deja eso -.- en serio tienes que hacer algo con tu manía con los mayordomos sabes ¬¬U – la reprendió Haru sentándose en el borde de la cama mientras le dedicaba una sonrisa gentil a Azariel- tienes alguna persona que quieras llamar y avisar que estás aquí? – le preguntó amablemente- amigos, familiares alguna novia quizás? –agregó mientras lo miraba fijamente esperando la reacción de ese chico que ahora era su paciente. La magnitud de las heridas y golpes lo había impresionado. Nunca antes había atendido a  un chico que había sido violado, y algo en su interior se estremeció de ira al ver lo que habían hecho con alguien tan delicado. No soportaba los abusos de ninguna clase hacia nadie y menos si este era mas débil por eso su sangre hervía para encontrar al responsable de eso y darle su merecido.
         -Etto..yoo..-respondió el chico tratando de recordar, pero la cabeza le empezó a doler horriblemente al tratar de hacerlo. No recordaba nada solo su nombre y el recuerdo mas antiguo que tenía era sobre eso. No entendía nada solo sabía que se llamaba Azariel y que había algo que debía hacer nada mas. Se sujetó con fuerza la cabeza con ambas manos esforzándose en recordar algún rostro algún recuerdo pero todo lo que recordaba era neblina, como si algo le impidiera recordar-no…se….no recuerdo gomen..-se disculpó débilmente con un dejo de tristeza en la voz.
         -No te preocupes no te presionare…ahora es mejor que duermas – le contestó comprensivamente mirándolo con algo de preocupación.
         -Oee sino recuerdas significa que te puedes quedar aquí  como el mayordomo verdad *-* -repuso ilusionada Naomi aun en las nubes imaginándolo con traje de mayordomo.
         -Etoo mayordomo? Que es eso..?-preguntó Azariel sin entender mucho lo que esa palabra que esa muchacha repetía con tanto ánimo, significaba.
         -No te preocupes por pequeñeces Azariel, después hablaremos de eso con Naomi cuando estés en condiciones, ahora duerme que es lo que necesitas u.u-le contestó Haruka mientras se levantaba, no sin antes dedicarle una mirada recriminatoria a Naomi quien ni se dio por enterada perdida en sus fantasías.
          -Un lindo y servicial mayordomo que suerte tengo –divagaba aun la chica pero soltó un quejido de reclamo al sentir que Haru la jalaba por las orejas- itaee!! Haru que haces!!-reclamó al sentir que la sacaba de la habitación.
         -Por aquí señorita Loba Devil dejemos al paciente descansar- le ordenó Haruka mientras le soltaba la oreja una vez fuera de la habitación.
         -Oee eso dolió –se quejó la chica sobándose las orejas mientras le hacia una mala cara a Haru-tienes suerte de ser tú si no ya te habría pateado el trasero por hacer eso ¬¬-agregó con voz amenazante.
         -Si si como digas, aun así no me puedes hacer nada-le respondió el hombre  calmadamente, arreglándose los lentes y sonriéndole divertido a la chica. Sabía muy bien porque no le podía hacer nada y un gesto cálido se instaló en su rostro mientras la miraba-como sea, no lo convertirás en mayordomo -.- en serio tienes que hacer algo con eso –agregó mientras bajaba a la sala a buscar sus cosas para regresar al consultorio.
         -Eh!!? Matte tiene que trabajar si se va a quedar aquí..-reclamó la ojiazul mientras lo seguía-esta es MI casa y yo mando aquí así que no me vienes a dar ordenes me oiste ¬¬
         -Ok ok como tu digas –le respondió el pelilargo mientras se colocaba  su abrigo y agarraba su maletín.-Ya me tengo que ir, regresare mañana para ver como sigue de acuerdo?
         -Ok solo vete ya que aquí sobras  ¬¬ –se despidió la chica mientras empujaba a Haru para que se apurara en salir, aun con expresión molesta en su  rostro- nos vemos mañana entonces.
         -Ok hasta mañana -se despidió también el aludido mientras salía a la calle y se iba a su consulta. Le encantaba cuando esa chica se ponía así, era honesta y directa para decir sus cosas, era autentica y no como algunas que fingían para agradar a los demás. Lo que mas odiaba era la hipocresía.

         Una vez estuvo solo Azariel se acomodó con cuidado en la cama y cerró los ojos tratando de dormir. Estaba tan agotado que de inmediato lo hizo. Soñó muchas cosas raras, que según él no tenían sentido. Estaba en un lugar extremadamente hermoso y conversaba animadamente con alguien al que no le lograba distinguir el rostro, pero si lograba ver su cabello rojizo y el arete de su oreja izquierda y además, algo que no tenía lógica, se veía a si mismo con dos hermosas alas blancas en su espalda al igual que la persona con la que hablaba. Eso..no tenía sentido, aun así, en el sueño estaba feliz.
         Tuvo ese tipo de sueños muy seguido pero pronto los fue olvidando. Una vez se recuperó tuvo que aprender muchas cosas y no tenía tiempo para  pensar en ese tipo de sueños raros. Haruka fue muy amable con el y se ofreció a pagar su estadía en ese lugar, ante el desagrado de Naomi quien un día llegó a su cuarto con un traje muy raro que hizo que se probara. Aun así ayudaba regularmente en las labores de la casa como cocinar y limpiar y ese tipo de cosas. Aprendía rápido y ayudar a los demás le daba un sentimiento de satisfacción que le hacía sentir pleno.
         Se hizo amigo rápidamente de los otros inquilinos de la mansión, un chico algo mayor que el, estudiante  de la Universidad cercana llamado Arisu, cuya personalidad algo sentimental y divertida lo hacía reír mucho, y otro dos chicos algo menores, gemelos, aunque sus personalidades eran completamente opuestas. Yume era alegre y tierno y siempre sonreía de forma sincera, pero su hermano Daiku era más bien frío y su carácter era más sarcástico. Ambos vivían en la mansión porque su padre viajaba mucho y no tenía tiempo de cuidarlos por los que dejaba dinero todos los meses y ellos decidieron irse a quedar ahí, donde por lo menos tenían compañía.
         Sin embargo Azariel no recordaba nada aun. Era como si su mente no lo dejara recordar y aun cuando eso lo angustiaba, decidió finalmente obviar eso y comenzar de cero, en esa casa. Un nuevo comienzo sin importar el pasado.

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